El aire distendido de -por fin- haber podido ubicar al Covid como último orejón del tarro noticioso, sufrió un revés en los últimos días, producto de una nueva suba en la curva de contagios de Argentina por la mayor presencia de la contagiosa variante Delta. “Lo esperábamos. Claramente dejó de disminuir”, sintetizó Analía Rearte, directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica del Ministerio de Salud de la Nación, en diálogo con Clarín.
En la entrevista, Rearte confirmó que se preparan para una nueva ola de casos, cuya magnitud y tiempos no pueden predecir. Cruzan los dedos para que la relación infecciones-hospitalizaciones sea “menos lineal que en las olas previas”.Pronosticó un avance sostenido de Delta en base a lo que ya están viendo en el área metropolitana, donde estiman que supera el 50% de los casos positivos de Covid. En las próximas dos a tres semanas se transformaría en la variante dominante de Argentina.
-¿Cómo describiría el avance de Delta y cuán inquietos los tiene el aumento de casos de Covid?
-En esta última semana, el coronavirus claramente dejó de disminuir. Aumentó alrededor de un 8% a un 10% el número de casos. Cuando ves los países de la región, varios como Uruguay o Colombia dejaron de descender y empezaron a aumentar. Estamos atravesando una misma situación. Claramente, en varios aglomerados urbanos tenemos circulación de Delta, que va haciéndose cada vez más importante. Sabíamos que iba a suceder y cuando sucede, al ser más transmisible, va acompañada de un mayor número de casos. En Chile está en el 70% y en Río de Janeiro sobrepasó el 90%. La hipótesis de que si tenés Manaos no entra Delta, no corre. Entra igual y termina predominando.
Analía Rearte, directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica.
-¿Cómo es el panorama genómico en Argentina?
-Hasta la semana pasada estábamos con una circulación (total país) del 30% por Delta. Estamos terminando de subir mañana, jueves, el nuevo análisis. Suponemos que va a ser un poquito más. En aglomerados como la ciudad de Buenos Aires y en zonas del Gran Buenos Aires, un poco más todavía. Y va a seguir aumentando en otros aglomerados urbanos. Nos agarra en un contexto distinto del de julio o agosto, cuando se implementaron medidas fuertes para dilatar el ingreso de esta variante. Nos agarra a fines de octubre, con una parte importante de la población, principalmente la de riesgo, con dos dosis. El aumento de casos era esperable y confiamos en que no tenga la traducción en personas fallecidas que tuvo antes de la introducción de la vacuna. Esperamos que no sea tan lineal esa relación.
-Ustedes informaron 24% de dominancia de Delta. Pero un investigador (Rodrigo Quiroga) habló del 40%, en el AMBA. ¿Cuál es la cifra concreta para el área metropolitana? ¿50%?
-Sí, sí, sí, 50% o un poquito más. Siempre entró por CABA, igual que la variante de Wuhan. Después pasó al Gran Buenos Aires…
-Es evidente que esperan otra ola de contagios. ¿Podría ocurrir en diciembre, rondando fin de año, o cuándo?
-Es muy difícil saber cuándo va a aumentar, pero si hoy estamos en el 30% total país de casos de Delta y un poco más arriba en aglomerados como CABA, y si en dos semanas se vuelve la variante predominante… el impacto no lo podemos predecir. Hay muchos factores y Delta tuvo un comportamiento diferente en los distintos lugares. Es dificil decir si en cuatro semanas aumentamos o no. Pero en unas semanas va a ser predominante y lo que tenemos que ver es cómo va a ser el impacto en el aumento de casos.
-¿Reconsideran alguna marcha atrás en las medidas de apertura que implementaron recientemente? Es decir, desde los cupos de ingreso al país hasta la liberación de aforo en lugares cerrados o el uso de barbijo en la calle.
-En relación a los cupos, claramente no. Uno implementa medidas que tienen un costo, además del monetario, el costo en todos los sentidos. Y se evalúan los beneficios. En julio o agosto era muy beneficioso evitar el ingreso porque teníamos que vacunar a más personas con dos dosis. Hoy, con la circulación que tenemos de la variante Delta, el ingreso dejó de ser un riesgo. Ya la tenemos acá. Es más alto el costo que el beneficio, si se quiere. Las medidas de fronteras estaban destinadas a retrasar el ingreso de la variante y lograr mayores coberturas de vacunación. Eso se logró. A medida que aumenta la cobertura, las medidas se van flexibilizando.
(Noticia en desarrollo)
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