El comunicado expresa: “Hace unos días nuestro arzobispo (Eduardo Martín) nos decía que como cristianos estamos llamados a ver la realidad con la mirada del Evangelio: si hay un miembro de nuestra sociedad que padece, también nosotros padecemos porque hay una solidaridad tanto en el bien como en el mal. El otro no es un extraño, no es un enemigo, el otro es un prójimo, es un hermano”, en alusión a la homilía del pasado 7 de octubre, en el Día de la Virgen del Rosario.
El texto continúa: “Asistimos a una ola de violencia que recrudece con el tiempo. Cada día se producen muertes violentas, robos, arrebatos y tros hechos delictivos enlutando a muchas personas creando así un ‘clima de terror y de inseguridad que aflige a la población y que es contrario a la voluntad de Dios. Él quiere que todos sus hijos e hijas vivan su existencia en un clima seguro, de serenidad y de armonía'”, en referencia a dichos del Papa Francisco en julio de 2021.
“Por eso, como escribe el Papa ‘ante la violencia, la injusticia y la opresión, la Iglesia no puede encerrarse en sí misma o esconderse en la seguridad de su propio recinto‘”, se plantea en el comunicado, en referencia al Ángelus del 9 de febrero de 2020.
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“La Iglesia, cada uno de nosotros, está llamado a ser luz en su propio lugar, sembrando paz, denunciando, escuchando el grito de dolor de tantos ciudadanos y ciudadanos”, continúa el comunicado.
“También nos preguntamos con nuestro arzobispo Eduardo Martín: ‘¿Qué connivencia social, política, judicial, de las fuerzas de seguridad nos ha llevado hasta aquí? ¿Qué políticas públicas decididas y valientes se están aplicando para remediar este flagelo? ¿Por qué nos está ganando la droga, con su correlato que es el narcotráfico, con su contenido de dinero negro, de poderosas armas de fuego, ostentación, lujo, violencia y muerte?’“.
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“Como Consejo Arquidiocesano de la Acción Católica de Rosario, pedimos a Dios que ‘convierta el corazón de los responsables de tanta muerte y desolación y que inspire a los encargados del bien común a comprometerse en la erradicación del crimen y de la impunidad así como en la generación de espacios de trabajo digno y útil de la entera sociedad, especialmente a los jóvenes de esta tierra, que les permita salir de condiciones de pobreza y de marginación proyectarse hacia el futuro y no ceder a la tentación de adecuarse al circuito del narcotráfico y de la violencia'”, citando palabras del Sumo Pontífice.
“Comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común llevando la Buena Noticia de Jesús a todos nuestros ambientes. Alabado sea Jesucristo”, dice en el cierre el documento del Consejo Arquidiocesano de Rosario.