Aunque los argentinos estamos tropezando con las mismas piedras por enésima vez, al menos una lección estaríamos por aprender: no es tan importante el resultado electoral comparado con el día después de los comicios. Ahí empieza la realidad.
El Gobierno teme no poder dar vuelta el mal trago de las PASO, y no descarta que la mala racha se amplíe. Pero incluso si los manotazos de ahogado que está dando para achicar la diferencia, o alcanzar un empate, o revertir la tendencia, nada de eso le garantiza la estabilidad mínima necesaria para conducir un país con síntomas alarmantes de incertidumbre económica y social.
Escuchá la columna completa de Silvio Santamarina en Radio Perfil FM 101.9.
por Silvio Santamarina
Galería de imágenes