La pareja fue trasladada a Turquía en ambulancia, pero los medicamentos con los que se trató a Zeinab dañaron irremediablemente al feto. Mustafá, que nació poco después, padece tetra-amelia.
La foto fue seleccionada por el jurado entre decenas de miles de imágenes presentadas por fotógrafos de 163 países. “Espero que este premio ayude a Mustafá, que ahora no puede moverse en absoluto”, explicó Aslan, “por desgracia, las prótesis electrónicas necesarias, que son caras y sólo están disponibles en Europa, no están disponibles en Turquía. Mientras que la madre del niño ve por fin una luz de esperanza en el futuro: “Esta imagen ha llegado al mundo. Llevamos años buscando ayuda para Mustafá, pero nadie nos escucha. Haríamos cualquier cosa para darle una vida mejor”.
El portavoz de Unicef Italia, Andrea Iacomini, es menos optimista: “No me gustaría que nos encontráramos con otro ejemplo de indignación intermitente. Al igual que la dramática imagen de Aylan, esperamos que esta foto despierte las conciencias de los líderes mundiales”.
En Siria, mientras tanto, las armas siguen matando, hiriendo y mutilando. Desde 2011, cuando estalló el levantamiento contra Assad en Daraa, han muerto más de 350.000 personas, constatadas por la ONU, y 13 millones han sido desplazadas, de las cuales más de 6 millones han huido al extranjero mientras el régimen de Damasco bloquea la ayuda internacional.